Documento leído en el acto por las organizaciones
de derechos humanos, sindicales, estudiantiles, culturales y políticas que
integran el Encuentro Memoria Verdad y Justicia.
Jorge Julio López fue uno de los 30.000 compañeros,
luchadores populares que la dictadura desapareció. Sobrevivió y logró vencer el
terror y sumarse a la pelea contra la impunidad de los genocidas. Testimonió en
el juicio por la verdad y se presentó como querellante en la causa contra el
represor Miguel Osvaldo Etchecolatz. Declaró en ese juicio y fue secuestrado el
mismo día en que los abogados de Justicia YA! debían alegar en su nombre
pidiendo que se condene al asesino y torturador a cadena perpetua por el delito
de genocidio. Nuestro compañero Jorge Julio López fue doblemente desaparecido.
La silueta de su rostro recorrió la Argentina a través de marchas
multitudinarias, exigiendo su aparición con vida y el castigo a los
responsables de su secuestro. La imagen de su testimonio en el juicio del
genocida Etchecolatz, se convirtió en emblema de lucha contra la impunidad. En
todos estos años, aunque el rostro de Julio estuvo y está presente
permanentemente en la denuncia y el reclamo de justicia de nuestro pueblo,
hemos recibido por única respuesta el silencio de la impunidad, el silencio de
la complicidad y el encubrimiento. Es la persistencia de la impunidad la que
permite que López continúe desaparecido. La responsabilidad criminal es, sin
duda, de los autores materiales y políticos del secuestro. Pero la
responsabilidad política de que Julio aparezca con vida, como señalamos desde
un primer momento, es de los gobiernos nacional y bonaerense. El Estado, con
total intencionalidad, encubrió. Cada fuerza de seguridad simuló una búsqueda
por su cuenta, ocultando sus pasos las unas a las otras. Durante más de nueve
años, los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández silenciaron su
ausencia. Nunca se investigó a los genocidas denunciados por López ni a su entorno.
Jamás se indagó a Etchecolatz, jamás se investigó la pista de la maldita
policía bonaerense. Esto fue una decisión política deliberada. Según el
entonces gobernador Felipe Solá, esto era necesario para asegurar la
gobernabilidad de la policía, que hasta hoy siguió asesinando, secuestrando y
desapareciendo a cientos de jóvenes impunemente. Con Macri continua la
impunidad. Como era previsible, la investigación sobre el paradero de López
está empantanada. Toda pista quedó diluida en el cruce de cinco millones de
llamadas telefónicas extraídas de 17 hipótesis distintas, sin obtener ningún
resultado. El anuncio de constituirse el estado en querellantes es un nuevo
encubrimiento.
Pasaron diez años y volvemos a decir: ¡Aparición
con vida ya de Jorge Julio López! Basta de silencio, encubrimiento e impunidad.
Apertura de todos los archivos del estado relacionados con su secuestro.
¡Juicio y Castigo a los responsables políticos y materiales de su segunda
desaparición!
Ahora, el Macrismo quiere a Etchecolatz y a todos
los genocidas en sus casas. Etchecolatz encaró una supuesta “huelga de hambre”
para presionar a los jueces. Ese recurso ya había sido utilizado con éxito por
el represor Eduardo Rodolfo Cabanillas, condenado por los crímenes en el centro
clandestino Automotores Orletti, a quien la Cámara Federal de Casación otorgó
el beneficio de la prisión domiciliaria. Etchecolatz quiere seguir sus pasos.
Pero sospechosamente, todos los informes sobre la supuesta mala salud del
represor provienen del Servicio Penitenciario Federal (SPF). Cuando fue
trasladado a hospitales para su revisión, ningún médico pudo avalar que este
hombre, de 87 años, que no había comido supuestamente por tres semanas, tuviese
algún síntoma de riesgo en su salud. Este hecho no hace más que confirmar que
las complicidades entre los represores de la dictadura y el aparato represivo
del Estado siguen vigentes. No es casualidad: nunca fueron separados de sus
cargos los miles de policías, de la bonaerense y la federal, servicios de
inteligencia y agentes del Servicio Penitenciario Federal y de la Prefectura
que actuaron durante la dictadura y que hoy están instruyendo a las nuevas
camadas. La impunidad de la que gozan quedo evidenciada durante la lectura de
la segunda sentencia a prisión perpetua –por los crímenes cometidos en La
Cacha– a Etchecolatz: exhibió a los medios un papel que decía “Julio López”,
pero aún no se lo investigo ni imputó en esa causa. El genocida enrostra la
impunidad que gozan él y sus acólitos. A diez años de su segunda desaparición,
la concesión de la prisión domiciliaria a Etchecolatz es una provocación.
Provocación que tiene otros antecedentes. Sobre un universo de 2000 imputados,
441 ya fueron beneficiados con la prisión domiciliaria. La inmediata denuncia y
respuesta popular puso en evidencia la gravedad de la maniobra de otorgar
semejante beneficio al genocida Etchecolatz.
Por eso decimos: Cárcel común y efectiva a
Etchecolatz. No a las domiciliarias ni a las absoluciones a los genocidas.
En este nuevo aniversario de la desaparición de
Jorge Julio López, desde el Encuentro Memoria Verdad y Justicia denunciamos las
políticas de impunidad y reconciliación con los genocidas, que promueve el
gobierno nacional. Denunciamos también la impunidad de los coparticipes
civiles de la dictadura. El caso de Blaquier sobreseído doblemente es un
ejemplo paradigmático, vale la pena recordar que fue visitado por el presidente
Macri este año. Los dichos de Darío Lopérfido –quién continúa siendo
funcionario de la Ciudad de Buenos Aires en el Teatro Colón– sobre la cantidad
de desaparecidos y sus agravios contra los sobrevivientes no fueron casuales.
Son parte de una estrategia de comunicación dirigida a avanzar en la impunidad
de los represores. En el mismo sentido se inscriben las recientes declaraciones
de Macri, cuando dijo “no saber” cuántos fueron los desaparecidos y habló de
“guerra sucia” negando así el terrorismo de estado y el genocidio perpetrado
por la dictadura. Detrás de esto, hay una política clara. Su gobierno apunta a
involucrar a las fuerzas armadas en la represión interna, con la excusa del
“combate al narcotráfico”. En este mismo sentido se inscriben los acuerdos con
la DEA. El verdadero objetivo son las protestas y movilizaciones de los
trabajadores y el pueblo contra la entrega, el ajuste y el tarifazo que están
aplicando el gobierno nacional y los gobernadores en sus provincias. La
impunidad de los genocidas es funcional a este plan. El involucramiento de las
fuerzas armadas en la represión interna retoma una senda que comenzó con la
designación del genocida César Milani al frente del Ejército, con la
implementación del “Operativo Escudo Norte” en la frontera con Bolivia y
Paraguay y con la participación del Ejército en tareas llamadas de “asistencia
social”. La reciente represión en Mar del Plata –por supuestos incidentes en un
acto público encabezado por Macri– y la campaña oficial sobre su seguridad
buscan crear las bases de la existencia de “enemigos internos”, concordante a
los lineamientos de las leyes antiterroristas aprobadas en el año 2011. Son
aprestos represivos también los decretos de “autogobierno” de las fuerzas
armadas, el desfile del carapintada Aldo Rico y de los genocidas del “Operativo
Independencia” en los festejos del Bicentenario; los acuerdos para instalar y
mantener bases militares extranjeras; los llamados a la “reconciliación” y a
“cerrar las heridas del pasado”; las entrevistas del secretario de Derechos
Humanos Avruj, con los grupos defensores de los represores; la invitación a los
nazis de bandera vecinal a la Casa Rosada; el aval político del Ministerio de
Justicia al otorgamiento de prisiones domiciliarias a genocidas condenados; la
invitación a Obama el 24 de marzo; el intento de imponer una política de olvido
y de reinstalar la teoría de los dos demonios. Todo esto forma parte de la
profundización represiva que sufrimos como pueblo. Desde esta histórica Plaza
de Mayo reafirmamos: No a la reconciliación con los genocidas No a la teoría
de los dos demonios No a la injerencia de las FFAA en la vida social y en la
represión interna. No a las bases militares extranjeras. En el curso de la
lucha por la aparición de Julio López nuevamente se puso en evidencia el daño
que la cooptación estatal hace a la pelea por los derechos humanos. Las
organizaciones independientes, como el propio Encuentro Memoria Verdad y
Justicia, nos hemos movilizado exigiendo su aparición con vida y el castigo a
los responsables. Compañeras como aquellas madres que se mantuvieron como
luchadoras consecuentes, así como otros referentes de los derechos humanos,
acompañaron cada lucha de los trabajadores y cada protesta o movilización donde
se denunciaban los ataques represivos de los que es víctima el pueblo. No han
dejado de marchar y de hacer la ronda de la resistencia ni un solo jueves en
Plaza de Mayo. Nunca cambiaron la lucha por el silencio. Desde el Encuentro
Memoria Verdad y Justicia decimos que la defensa de los derechos humanos y de
las libertades democráticas es incompatible con la integración al Estado,
porque es el Estado, precisamente, el que viola los derechos humanos. Seguimos
luchamos hoy también contra la banalización de la memoria y nos oponemos a la
re significación histórica de los Centros Clandestinos de Detención.
Hoy, como ayer, seguimos luchando y exigiendo: Apertura
de todos los archivos de la dictadura Restitución de la identidad a los
jóvenes apropiados.
Compañeras y compañeros: La impunidad y el
encubrimiento que rodean la segunda desaparición de Julio López se conectan
directamente con la vigencia de un aparato represivo que está al servicio de
reprimir a las actuales luchas obreras y populares. Esto se ha expresado en
pocos meses de gobierno en: Los palos a los obreros de Cresta Roja y Mascardi
en la Panamericana; el encarcelamiento de dirigentes opositores en Jujuy; la
represión a los empleados municipales de La Plata; la represión del Frente para
la Victoria contra los trabajadores en Santa Cruz y Tierra del Fuego; la
represión y detención a militantes de la Asociación de Medieros y Afines
(ASOMA) de la Federación Nacional Campesina; la represión a los jubilados del
Movimiento Independiente de Jubilados y Pensionados de la CCC en el Puente
Pueyrredon; la represión en Mar del Plata a vecinos que se manifestaban contra
la visita y el acto de Macri, queriendo dejar el hecho como un ataque al
presidente, del mismo modo que se hizo 20 de Junio en el acto del día de la
bandera en Rosario; el atentado en el domicilio de la abogada de derechos
humanos Laura Figueroa, querellante en varias causas contra los genocidas en la
provincia de Tucumán, las amenazas a dirigentes políticos y de movimientos
sociales como la diputada nacional por el FIT Miriam Bregman, Vilma Ripoll del
MST, Juan Carlos Alderete de la CCC y el PTP, Rubén Ortiz de la CTA autónoma de
Misiones y del Movimiento Pedagógico de Liberación y los compañeros municipales
de Coronel Suarez, el “protocolo represivo” de la ministra Bullrich. Nuevos
procesamientos a luchadores populares demuestran también el intento de
profundizar la represión para aplicar la política de ajuste brutal y hambre a
nuestro pueblo. Tiene la misma significación la persecución a los dirigentes
sindicales combativos como el Pollo Sobrero y Horacio Catena y otros 16
compañeros luchadores docentes del SUTEF de tierra del fuego a los que se
pretende desaforar y exonerar; así como la represión y persecución al sindicato
azucarero del Ingenio Ledesma. En consonancia con el fallo de la Corte Suprema,
estas medidas se proponen restringir al derecho de huelga.
Desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia
decimos: NO A LA PROFUNDIZACIÓN DEL AJUSTE Y LA REPRESIÓN DE MACRI Y LOS
GOBIERNOS PROVINCIALES. Contra la criminalización de la protesta. No al
protocolo represivo. Nulidad de las Leyes Antiterroristas. Basta de procesar
a los luchadores populares. Libertad a Milagro Sala No a la restricción del
derecho de Huelga. Repudiamos al fallo de la Corte que lo limita. Basta de
infiltración y espionaje al movimiento popular. Apertura de todos los archivos
secretos. Apertura de los archivos de la causa AMIA. Juicio y Castigo a los
responsables políticos y materiales de los asesinados por luchar bajo los
gobiernos constitucionales.
El gatillo fácil y la tortura en las cárceles y
comisarías sigue siendo moneda corriente. Hoy suman más de 4800 los jóvenes
asesinados. Son más de 200 los desaparecidos, como Luciano Arruga, en los
gobiernos constitucionales posteriores a la dictadura. Por otra parte cada día
más, con la excusa del supuesto “combate al narcotráfico” son militarizados los
barrios populares. Por eso decimos: Basta de gatillo fácil, asesinatos y
torturas en comisarías. Basta de militarización de los barrios populares. Aparición
con vida de los desaparecidos en los gobiernos constitucionales. No a la
criminalización de la pobreza y la juventud. La respuesta de nuestro pueblo al
ajuste no se hace esperar. Las múltiples y masivas expresiones populares en
todo el país frenaron los tarifazos y obligaron a que la justicia interviniera.
Las enormes movilizaciones del 24 de febrero, 29 de abril, 12 de mayo, 07 de
agosto, 9 de agosto y 2 de septiembre son muestra del descontento popular
contra el ajuste. La lucha de los docentes por la reapertura de las paritarias,
con paros arrancados desde abajo en siete provincias; el paro de los ferroviarios
del Sarmiento; las movilizaciones de los estatales de todo el país, enfrentando
los despidos y los topes salariales de Macri y los gobernadores; los piquetes y
movilizaciones de los petroleros en la Patagonia; la huelga victoriosa de los
obreros del ingenio El Tabacal, en Salta; el surgimiento de sindicatos, cuerpos
de delegados y comisiones internas independientes, entre otros, son la prueba
de que entre los trabajadores y el pueblo existen reservas suficientes para
llevar la lucha contra el ajuste hasta el final.
Estamos con el pueblo y los trabajadores que
luchan. Decimos: No a los despidos. No al tarifazo. Reapertura de paritarias
ya! Basta de entrega. No al pago de la deuda externa.
La lucha contra la impunidad de los genocidas sigue
siendo un elemento fundamental en la memoria colectiva de nuestro pueblo. La
lectura de las sentencias en la mega causa “La PerlaCampo La Ribera D2”, en
Córdoba, provocó una verdadera conmoción en la provincia, con más de 20.000
personas movilizadas a los tribunales federales para exigir justicia para los
700 compañeros y compañeras cuyos casos fueron juzgados. Las 28 perpetuas y
otras condenas contra policías y militares que ejecutaron el genocidio, fue
vivida como una gesta, tras cuatro décadas de movilización popular por la
memoria, la verdad y la justicia, reclamadas cada 24 de marzo con
multitudinarias movilizaciones en todo el país. La reacción y la intervención
popular en esta jornada fue otro golpe a los intentos del gobierno de Macri de
imponer un punto final. A 40 años de la Noche de Los Lapices, desde el
Encuentro Memoria Verdad y Justicia decimos Presente a los estudiantes
detenidos desaparecidos aquel 16 de septiembre de 1976. En esta jornada de
lucha nos solidarizamos con los pueblos de medio oriente y denunciamos la
injerencia de las grandes potencias con su dolorosa secuela de muertos y de
miles de refugiados. Nos solidarizamos con el pueblo mexicano, con la lucha de
sus docentes y por la aparición con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Vivos se los llevaron vivos los queremos!!! Apoyamos las movilizaciones del
hermano pueblo de Brasil en repudio al gobierno ilegitimo de Temer. Fuera
Temer!!!
Compañeros y compañeros: El testimonio de Julio
López contra Etchecolatz ya es parte de la construcción de una memoria y una
historia que, además de poner al desnudo la crueldad y brutalidad de la
dictadura, rescata las luchas, las banderas y los objetivos por los que
lucharon los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos: un país sin opresión,
sin explotación, sin injusticia y sin represión. En este 18 de septiembre, y
cuando han pasado diez años sin Julio, reafirmamos: NO OLVIDAMOSNO PERDONAMOSNO
NOS RECONCILIAMOS APARICIÓN CON VIDA YA DE JULIO LÓPEZ BASTA DE SILENCIO,
ENCUBRIMIENTO E IMPUNIDAD BASTA DE REPRESIÓN A LOS QUE LUCHAN COMPAÑERO JULIO
LÓPEZ ¡PRESENTE! 30.000 COMPAÑEROS DESAPARECIDOS ¡PRESENTE!
18 de Septiembre 2016.-
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