A 37 años de su fallecimiento, el 4 de noviembre de 1975, su ejemplo, sus ideas y su lucha, siguen presentes entre nosotros.
Documentos Históricos
Intervención de Agustín Tosco
IV Plenario Nacional Intersindical - 20 de Mayo de 1973
(fragmentos)
(fragmentos)
Ya cuando pensamos en la celebración de este cuarto plenario que debía considerar importantes asuntos, fijamos nuestra mirada en Córdoba, y lo hicimos dada la fecha, para sumamos a la conmemoración del cuarto aniversario del glorioso Cordobazo del 29 de mayo de 1969. Y lo hicimos no solamente para rememorar una fecha histórica que marcó el comienzo del fin de la dictadura; lo hicimos también para darle otro significado, que es aquel que en el proceso liberador que va a vivir inexorablemente nuestro pueblo, el espíritu del Cordobazo, la lucha y las movilizaciones del Cordobazo, deben seguir presidiendo el proceso argentino.
Nosotros respetamos el contenido del pronunciamiento popular electoral que arrasó masivamente —con más del 80 por ciento de la opinión de nuestro país— la nefasta política de la dictadura que tuvimos que padecer durante casi siete años.
Nosotros apoyamos sin ningún criterio discriminatorio los puntos que han levantado las distintas fuerzas populares para materializar este proceso de transformaciones, que deben tener profundo sentido revolucionario; pero a su vez queremos recalcar que el 25 de mayo no pasaremos por el pórtico de la felicidad; que pese a ese entusiasmo, a esa expectativa, a esa buena fe de tantos compañeros e incluso militantes, tenemos plena conciencia proletaria y revolucionaria de que por el solo hecho de la asunción del gobierno el 25 de mayo, no han de desaparecer las causas fundamentales que han obrado en la situación de dependencia y de crisis que padecen nuestra patria y nuestro pueblo.
Nosotros sabemos que los terratenientes, que la base económica del poder político en la Argentina, como es la oligarquía terrateniente, los oligarcas terratenientes y los latifundistas, no han de echarse una bolsa al hombro y han de abandonar sus campos y han de irse del país, celebrando el triunfo o el pronunciamiento popular.
Nosotros sabemos que el Banco Mundial, que el Fondo Monetario Internacional, que el Banco Interamericano de Desarrollo, que todos los monopolios no han de irse de nuestro país, no han de dejar libre a la Argentina de sus presiones, por el hecho de que el 25 de mayo asuma el poder un gobierno constitucional.
Sabemos que los militares reaccionarios no han de envainar su espada ni han de retirarse tranquilamente, por el hecho de que el 25 de mayo, el presidente Cámpora asuma el gobierno. Nosotros sí sabemos, porque así lo enseña fundamentalmente el concepto dialéctico de la lucha de clases, que esta circunstancia del 25 de Mayo es un paso efectivo en la lucha, pero que la lucha de clases y que el proceso de liberación no cesa el 25 de Mayo que desde esa fecha debemos impulsar aún más la unidad y la lucha para que efectivamente existan posibilidades de concretar ese proceso liberador. Porque la historia nos enseña aquí, en América Latina, que si Goulart hacía un gobierno progresista, los Castelo Branco afilaban sus espadas para preparar un golpe e instaurar una dictadura; que si Torres hacía un gobierno progresista, los Banzer hacían lo mismo que los Castelo Branco para derrotar ese gobierno progresista. Y sabemos también que en otros lugares, gobiernos que supuestamente fueron progresistas, ante esas amenazas retrocedieron y dejaron de cumplimentar el gobierno popular. Y sabemos que otros gobiernos populares, como el caso del gobierno de Chile en su enfrentamiento con los monopolios y la reacción internacional, convoca permanentemente a las masas para defender esa realizaciones populares. Y nosotros esperamos, no tanto las leyes del funcionamiento del Parlamento, sino las medidas concretas y la convocatoria a las masas populares a la calle, para que respalden esas medidas. (...)
Nosotros decimos al presidente Cámpora que los cinco puntos, en los cuales se habla de la tregua política y social, no son alentadores para las perspectivas de nuestro pueblo.
Nosotros decimos que de la misma manera que ya hemos proclamado la lucha contra los cinco puntos condicionantes de la dictadura militar, también hemos de continuar la lucha y no dar tregua al enemigo, porque la liberación no la vamos a hacer con la tregua sino con la lucha.
Nosotros sostenemos que el camino será el avance y no el retroceso. Y el gobierno constitucional debe saber que detrás suyo, para la realización de las medidas positivas, hay todo un pueblo y hay parte fundamental del propio partido que asumirá el poder, que ha levantado puntos con los que nosotros coincidimos. Los compañeros del peronismo combativo y la Juventud Peronista han levantado diez puntos con los cuales nosotros nos sentimos consustanciados.
Nosotros no somos de aquellos, que sin ser peronistas nos peronizamos por oportunismo, pero sí a los compañeros peronistas combativos, tanto como estamos acá en la CGT de Córdoba en la unidad y la lucha, les tendemos nuestra mano, nuestro abrazo fraternal, nuestro compromiso de lucha común, para que entre todos, los compañeros peronistas, los compañeros radicales, los compañeros comunistas, los argentinos que quieren la liberación, luchemos juntos en este proceso y no retrocedamos pese a que la derecha peronista, pese a que la oligarquía y el imperialismo quieran condicionar a Cámpora y quieran hacer retroceder a nuestro pueblo. Porque nuestro pueblo luchará y queremos continuar la lucha juntos.
De ahí que pensamos que el espíritu del Cordobazo debía seguir presidiendo este proceso. Estuvimos en la calle juntos, en el Cordobazo, en Tucumán, en Mendoza, en Malargüe, en Trelew. Estuvimos frente a los tribunales militares juntos. Estuvimos en la cárcel juntos sin distinciones, para liberar a nuestra patria y para crear esa nueva sociedad. Nosotros los invitamos, los exhortamos, a continuar juntos, para proseguir este camino que nació fundamentalmente el 29 de mayo de 1969.
Y la Comisión Nacional Intersindical es un nucleamiento que está dentro de la CGT. Es un nucleamiento integrado por distintas corrientes de opinión. No es otra CGT, no quiere ir contra la GGT. Sí, evidentemente, quiere recuperar la CGT para los trabajadores, quiere liberarla de los traidores, de los entreguistas, de los Rucci, de los Miguel, de los Kloosterman. (...)
Por eso el Movimiento Nacional Intersindical tiene una gran tarea que cumplir. Aquí en Córdoba, hemos visto crecer cualitativa y cuantitativamente a nuestro movimiento; hemos visto cómo impacta a la misma prensa; hemos tenido los canales de televisión, los diarios; esos mismos órganos de información han hecho comentarios. Es que ya el Movimiento Nacional Intersindical no es aquel que reunía a algunos sindicatos que estaban haciendo el esfuerzo, sembrando la semilla para tener una personalidad proletaria, clasista, combativa, en el seno del movimiento obrero del país. Hoy hubo ya aquí altas expresiones de la combatividad de las masas. (...) Ya tenemos una expresión nacional, una expresión combativa, una expresión amplia. Y nosotros, compañeros, debemos salir de este plenario, convencidos de que esta tarea está dando tremendos resultados y que esta tarea va a continuar dando resultados, y que debemos intensificar nuestros esfuerzos en el período que nace el 25 de mayo, porque en ese período, nosotros no queremos estar proscriptos, no queremos estar perseguidos, no queremos fraude, no queremos matones; queremos que haya una auténtica democracia sindical de base. (...)
Nosotros decimos que uno de los puntos fundamentales que está en las propias pautas programáticas del partido que asumirá el gobierno, es la democracia sindical, y lo decimos aquí, en nuestro documento.
Por más que se declame un proceso de liberación nacional y social, éste no existe, si en el seno de la clase que es la palanca fundamental para esa liberación, reinan las proscripciones, reinan las persecuciones y reinan los fraudes. Por eso le decimos al presidente Cámpora y al Ministerio de Trabajo: Democracia sindical de bases, que la Comisión Nacional Intersindical tendrá sus delegados, tendrá sus organizaciones y recuperará la CGT para el verdadero movimiento obrero.
Esto es parte de nuestra tarea, parte fundamental, parte específica de nuestra militancia. Por eso los compañeros deben continuar denunciando a los burócratas, deben exigir elecciones limpias, deben presentarse a las elecciones, poder “tomar” los sindicatos como en el caso de Empleados Públicos, sin las intervenciones ni las proscripciones con que han ensuciado el proceso. Y debemos también, en el terreno más amplio, darnos totalmente a la tarea de unir a las fuerzas democráticas y populares.
Nada va a ser construido en nuestro país, en nuestra América Latina, sin esta tremenda tarea. Éramos pocos, somos más y seremos muchísimos más, compañeros. Debemos tener una absoluta confianza. Debemos inspirarnos en todos aquellos que en el siglo pasado y comienzos de éste, luchaban contra la opresión y la miseria, luchaban contra los linchamientos, como sucedió en Chicago, luchaban en la Semana Trágica, pese a que no veían en el horizonte, perspectiva alguna de conquista para dignificar su propia existencia. ¡Cuánto dieron esos compañeros y compañeras para construir un porvenir más digno y mejor para la clase obrera!
Nosotros vivimos una época mucho más hermosa, una época en que podemos ya saludar a países socialistas en nuestra propia América Latina; una época en que en nuestro país se ve masivamente a los compañeros de distintos partidos en las grandes concentraciones populares; estamos levantando esa hermosa palabra de la “patria socialista”; ya estamos hablando en la Argentina, de la “patria socialista”.
No nos remitimos sólo a las reivindicaciones democrático-burguesas; no nos remitimos a la plena vigencia de las instituciones demo-liberales; estamos hablando ya de la nueva sociedad; porque estamos cerca. Y no hablan sólo pequeños grupos; no hablan como aquellos compañeros que fueron tan perseguidos. Ya hablamos de esto en los actos peronistas, ya hablamos en los actos de la Juventud Radical, en los actos comunistas, en los actos de la APR, en los actos cristianos. . . .Y estamos hablando de socialismo. . . Quiere decir que está prácticamente al alcance de la mano, que estamos prácticamente ya, entrando en la sociedad socialista. Indudablemente que no será fácil, como no lo fue hasta ahora ese camino. Tendremos dificultades; tendremos represión, tendremos encarcelamientos, torturas y asesinatos. Porque evidentemente, la oligarquía y el imperialismo, la sociedad capitalista en su conjunto, no va a resignar así, alegremente, este estado de cosas que le favorecen sus privilegios y sus arbitrariedades.
Pero tenemos una fe tan inmensa, estamos tan cerca, nos inspiramos en tantos que dieron su sangre por esta causa, que muchos de nosotros, aun cuando tengamos algunos años, pensamos que hemos de vivir la construcción de la sociedad socialista. Y esto debemos transmitirlo a nuestros hermanos de clase, esa convicción, esa fe, ese ideal.
El socialismo se está construyendo detrás de las montañas de los Andes. El puño socialista golpea esas piedras y llega a nuestro país. (...)
Por eso queremos hacer una exhortación final a todos los compañeros: hablemos a cara descubierta de ese gran ideal que es el socialismo. Frente a aquellos que hablan en contra del “puño” o de la “izquierda”, o de los “rojos”, debemos levantar la bandera proletaria del socialismo. Porque nosotros no tememos a la reacción; la estamos derrotando y hemos de construir en breve plazo, por el camino de la liberación nacional y social latinoamericana, esa gran patria socialista, con la que todos estamos comprometidos y por la que damos sentido a nuestra sangre y a nuestra propia vida.
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